La Revolución Americana fue diferente de todas las demás revoluciones en la historia en una forma profunda: no fue iniciada por los pobres ni los oprimidos, sino por los ricos y exitosos. Quienes firmaron la Declaración de Independencia tenían mucho más que perder con una revolución. No se puede encontrar nada como esto en la historia registrada. 

         ¿Qué tipo de visión pudo encender las almas de los más ricos y cómodos para enfrentar una tarea tan imposible de desafiar al imperio más poderoso del mundo? Cuando declararon que sacrificarían sus vidas, sus fortunas y su sagrado honor, era casi seguro que pagarían ese precio. Casi nadie en el mundo les dio alguna probabilidad de éxito, entonces, ¿qué inspiró a personas tan brillantes y exitosas a hacer esto?  

         Muchos en la historia habían deseado la libertad lo suficiente como para luchar por ella. A veces se ganaba algo de libertad, pero con cada revolución anterior la libertad se perdía rápidamente. ¿Qué hizo que la Revolución Americana y la República que dio a luz fueran diferentes, de modo que hasta ahora se ha sostenido durante siglos? 

         La respuesta a estas preguntas fue resumida por el brillante estadista e historiador francés Alexis de Tocqueville en lo que llamó "excepcionalismo Americano". Ser excepcional no significa necesariamente ser más inteligente, o incluso mejor, sino diferente. Estados Unidos era diferente a cualquier otro lugar de la tierra en ese momento, y la Revolución Americana no fue como cualquier otra antes o después. Comprender cómo Estados Unidos es único es esencial para comprender qué pudo dar lugar a un gobierno como el mundo nunca antes había visto y sostenerlo durante tanto tiempo.

         Para continuar como República, debemos amarrarnos una vez más a lo que la hizo y la mantuvo hasta ahora. Debemos recuperar la profundidad de visión que los Patriotas Americanos tenían por la libertad, lo que les permitió prevalecer contra probabilidades aparentemente imposibles. ¿Cuál fue la base de una visión tan profunda y poderosa?

          Los Fundadores Americanos fueron influenciados por una nueva ola de filósofos políticos, siendo John Locke el principal. Por brillantes y revolucionarias que fueran sus ideas, no era suficiente. Se agregó un factor que fue fundamental para elevarlo a una visión tan trascendente. Esto nació del Gran Despertar que había dominado las colonias en las décadas anteriores a la Revolución. Fue una revelación de cómo la libertad abrió el alma del hombre para adorar a Dios en espíritu y en verdad, y cómo esta libertad fue esencial para convertirnos en aquello para lo que Dios nos creó.

         Los fundadores estadounidenses tenían una profunda convicción de que Dios mismo había ordenado que los hombres fueran libres, y que era un deber básico de todos los que amaban y servían a Dios ayudar a liberar a Su pueblo. Esta fue una visión más grande que simplemente deshacerse de la tiranía británica. 

         Los historiadores seculares no han escrito sobre esto porque los seculares no pueden entenderlo. Los historiadores revisionistas han tratado de enterrar cualquier mención a la motivación espiritual de los Patriotas. Sin embargo, no entender esto es malinterpretar el milagro de la Revolución Americana y de dónde vino la sabiduría para formar una República que podría durar. 

         Nuestros Fundadores tocaron lo trascendente porque no sólo estaban pensando en sí mismos, en su propio tiempo o incluso en el tiempo de sus hijos. Podían ver un futuro lejano y establecieron pautas para ayudar a las generaciones futuras a navegar a través de la oposición, los desafíos y las crisis que sabían que seguramente vendrían.

         Los Fundadores Americanos proporcionaron un fundamento que no sólo pudo resistir el ataque que enfrentó, sino uno que continuaron construyendo sus futuros custodios. En el marco de esta nueva República, incorporaron métodos brillantes para corregir errores y una flexibilidad para aprovechar nuevas oportunidades, manteniendo los valores fundamentales de libertad y justicia para todos. 

         Muchas de estas disposiciones han sido eliminadas de nuestro gobierno por jueces y políticos activistas dispuestos a ignorar la Constitución. Esto ha llevado a la República al punto de tambalearse al borde del precipicio de la destrucción. Hay que recuperarlas o no duraremos mucho más.

         Nuestros Fundadores navegaron en aguas inexploradas, por lo que no tenían mapas para navegar los desafíos venideros. Comprendieron que no sólo habían desafiado al poderoso Imperio Británico, sino a los cimientos de todos los demás gobiernos del mundo. Hacer lo que hicieron es uno de los mayores milagros sociológicos y políticos de la historia, sin mencionar los milagros militares. Podemos y debemos aprender de ellos.

         El águila es el ave nacional de la República Americana. Se ha dicho que el águila puede ser la única criatura en la naturaleza a la que realmente le gustan las tormentas. Ellas han aprendido que al aproximarse a un viento contrario en el ángulo adecuado, las llevará más alto. Esto es apropiado para nuestro símbolo nacional, porque cada crisis que nuestra República ha enfrentado hasta la fecha nos ha llevado más alto. 

         Entonces, ¿cómo determinamos el ángulo adecuado para enfrentar la adversidad? Las águilas aprenden de sus padres y nosotros debemos empezar haciendo lo mismo. Las águilas tienden a ser independientes y rara vez se juntan, pero cuando lo hacen es uno de los más magníficos espectáculos de la naturaleza. Ha habido muchos líderes brillantes en la historia de la humanidad, pero la mayoría se mantuvieron solos. La historia Americana es única en el sentido de que nació de la concurrencia de algunos de los hombres más extraordinarios de la historia, los cuales fueron pensadores enérgicos e independientes. El hecho de que concurrieran es notable, pero que se unieran con un propósito común hace que este sea uno de los milagros verdaderamente extraordinarios de la historia.

         La singularidad y el carácter fuerte de nuestros Fundadores hicieron que chocaran, pero fueron lo suficientemente sabios y maduros como para superar sus diferencias. Esta experiencia les permitió formar un gobierno que, como ellos, sería una unidad de diversidad, no una unidad de conformidad. Esto sólo fue posible con una verdadera libertad de espíritu, una que sólo puede provenir de la verdad que nos hace libres.

         Que un grupo tan extraordinario haya vivido al mismo tiempo y en el mismo país desafía las posibilidades matemáticas de la coincidencia. Sólo pudo haber sido la mano de Dios. Ellos lo creían profundamente, contrario a lo que los historiadores revisionistas han tratado de hacernos creer, como veremos luego.

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         “Es en vano, señor, atenuar el asunto. Los caballeros pueden clamar, paz, paz, pero no hay paz. ¡La guerra realmente ha comenzado! ¡El próximo vendaval que azota desde el norte traerá a nuestros oídos el choque de armas resonantes! ¡Nuestros hermanos ya están en el campo! ¿Por qué estamos aquí de brazos cruzados? 

         “¿Qué es lo que desean los caballeros? ¿Qué tendrían ellos? ¿Es la vida tan preciosa o la paz tan dulce que se puede comprar al precio de cadenas y esclavitud? Dios Todopoderoso, no lo permitas. No sé qué curso pueden tomar los demás, pero en cuanto a mí, ¡denme libertad o denme la muerte! - Patrick Henry

         "Los estadistas, mi querido señor, pueden planear y especular para la libertad, pero es la religión y la moralidad las que pueden establecer los Principios sobre los cuales la Libertad puede fundamentarse con seguridad". - John Adams

© 2020 por Rick Joyner. Reservados todos los derechos.      

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