- May 6Week 18El Libro de Apocalipsis, Parte 28
“Estaba en el Espíritu en el día del Señor” (ver Apocalipsis 1:10).
La semana pasada, cubrimos un poco acerca de lo que significaba que Juan estuviera “en el Espíritu”. Esta semana, procuraremos entender qué significaba que esto sucediera en “el día del Señor”. Debido a que hoy se suele llamar “el día del Señor” al domingo como el Shabat cristiano, es comprensible que muchos piensen que “el día del Señor” era un domingo. A medida que avanzamos por Apocalipsis, parece evidente que Juan se refería a algo mucho más que solo un día de la semana.
La palabra griega traducida como “día” en este texto es hēmera, la cual no se refiere a un día de 24 horas, sino más bien a un período de tiempo indefinido pero específico. Es una palabra que se define por su contexto; por lo tanto, podría significar un día de 24 horas, pero también podría referirse a una era, como “en los días de Napoleón”. En este pasaje, probablemente significa el “día del Señor”, también referido como el período de mil años durante el cual Cristo reinará sobre la tierra, conocido como “el milenio”. ¿Por qué se le llama “un día” en la profecía bíblica?
Pedro escribió en 2 Pedro 3:8: “Pero, amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día”. Si usamos las genealogías para calcular el tiempo que la humanidad ha estado en la tierra, han pasado ya unos seis mil años desde que Adán fue creado. Eso equivale a seis “días” proféticos, como lo mencionó Pedro.
Algunos de los padres de la iglesia primitiva afirmaron que los “días” en la profecía a menudo se referían a períodos de mil años. Así que habría seis días proféticos, o seis mil años, desde el tiempo de Adán hasta el momento en que el “último Adán”, Jesús, tomaría Su reinado sobre la tierra. Es evidente que cuando Jesús se refirió a Sí mismo como “el Señor del Shabat”, no se refería a un solo día de la semana, sino a Su reinado de mil años sobre la tierra, llamado el milenio. Ese sería el Shabat profético, o séptimo día.
Como veremos más adelante, hay una profecía notable sobre lo que ocurriría a lo largo de estos seis mil años en los días de la creación en Génesis. Por ahora, nos enfocaremos en los dos últimos días de esta semana profética, los últimos dos mil años.
Es digno de notar que algunos de los padres de la iglesia primitiva indicaron que comprendían que, desde el momento en que Jesús caminó sobre la tierra hasta Su regreso, pasarían aproximadamente dos mil años, o dos días en el tiempo profético. Por esta razón, cuando comentaban que estaban en “los últimos días”, se referían a que estaban en los últimos dos días de la semana profética antes del regreso de Cristo para establecer Su reinado, convirtiéndose en Señor del Shabat profético.
Esto se aclarará más adelante, pero por ahora debemos tener presente el concepto del día profético de mil años y que han pasado aproximadamente 6,000 años desde la creación de Adán. Por lo tanto, estamos cerca del tiempo del regreso de Cristo y Su gobierno sobre la tierra. No es posible ser exactos respecto al tiempo, porque hay un período ambiguo en el libro de Jueces que requiere un margen de unos 100 años. Obviamente, el Señor hizo esto a propósito para que ningún hombre supiera el día ni la hora de Su regreso.
Encontraremos más evidencia de esto a medida que avancemos, pero por ahora consideremos lo más importante que sucedió al final del sexto día de la creación, lo cual es profético de quizás el evento más importante de nuestro tiempo. Es cuando el hombre fue creado a imagen de Dios. ¿Es la historia de la creación en Génesis una profecía de que, al final del sexto día profético, surgirá el hombre como “nueva creación” a imagen del Señor? ¿Es esto a lo que el apóstol Pablo se refería en su carta a los Romanos?
Pablo dice esto en Romanos 8:19-21: “Porque el anhelo profundo de la creación es el aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sujetó, en esperanza de que también la creación misma será liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.”
¿Son estos también aquellos de quienes profetizó Enoc que vendrían en los últimos días, como se registra en Judas 14-16? Propongo que habrá cristianos al final de esta era que madurarán al punto de llegar a ser como Cristo en naturaleza, haciendo las obras que Él hizo. Estos prepararán el camino para la era venidera, en la cual Él gobernará sobre la tierra y la restaurará al paraíso que originalmente fue creada para ser.
¿Podría ser que estas personas ya estén vivas y en la tierra? ¿Podría ser que tú hayas sido llamado a ser uno de ellos?