Jesús dijo que los que permanezcan en Él darán fruto, y las ramas que no den fruto serán cortadas. ¿Qué fruto debemos dar, y cómo sabemos si lo estamos dando?
2 Corintios 13:5 nos exhorta: “Pónganse a prueba para ver si están en la fe. Examínense a sí mismos . ¿O no sereconocen a ustedes mismos de que Jesucristo está en ustedes, a menos de que en verdad no pasen laprueba?”.
Este es un autoexamen muy importante del que pocos cristianos son conscientes, y mucho menos lo hacen con regularidad. Así que antes de continuar, examinaremos algunas formas bíblicas de tomar esta autoevaluación de nuestro estado espiritual. Esta prueba no es difícil de entender, y es una prueba de "libro abierto". De hecho, todas las preguntas y respuestas están fácilmente disponibles, como pronto veremos.
La autoevaluación es una disciplina que prácticamente todas las personas de alto impacto practican, y en el versículo anterior, a los cristianos se les ordena hacerlo. Se trata de una prueba para determinar dónde estamos en nuestro camino, de modo que podamos dar los siguientes pasos en el sendero de la vida. Hacer esto puede ayudarnos mucho a navegar este camino, para que podamos ver claramente donde estamos, hacia donde vamos, y cuales serán nuestros próximos pasos en nuestro caminar espiritual.
Pablo escribió en 1 Corintios 11:31-32: "Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados". Es mucho mejor que nosotros nos juzguemos o disciplinemos a nosotros mismos, que Él lo haga. Recuerda que el Espíritu Santo es el Ayudador, no el Hacedor. La claridad hace que todo sea más fácil, especialmente en cómo nos juzgamos a nosotros mismos, para que Él no tenga que hacerlo. Es mucho más fácil caer sobre la Roca y ser quebrantados que hacer que Él caiga sobre nosotros y "nos haga polvo", como dijo en Lucas 20:18. Seguirle es suficientemente difícil sin que nosotros lo hagamos más difícil. En cambio, necesitamos seguir los caminos más fáciles que Dios ha provisto.
2 Timoteo 1:9 afirma que “Él nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras , sino según Su propósito y según la gracia que nos fue dada…” El Señor no sólo nos salvó, sino que también "nos salvó y llamó con un llamamiento santo". Cada cristiano ha sido salvado y llamado con un llamamiento santo.
Para cumplir con nuestro llamado y dar el fruto que estamos llamados a dar, primero debemos conocer nuestro llamado. Esto lo aprendemos buscando. Él promete que los que buscan encontrarán, pero muchos cristianos ni siquiera han buscado conocer su propósito en Él. He
encuestado a miles de personas en conferencias y encontré que menos del 5% conocía su propósito o llamado. Y los que vienen a las conferencias tienden a ser los creyentes más hambrientos y devotos. Entonces, si sólo el 5% de los asistentes a las conferencias lo saben,
¿cuál es el porcentaje en el cuerpo general de Cristo?
¿Qué tan bien le iría si menos del 5% de su cuerpo estuviera funcionando? Este es el estado actual del cuerpo de Cristo. ¿No es ésta una de las principales razones de la debilidad y la falta de fruto en el cuerpo de Cristo hoy en día? Sin embargo, sabemos por las Escrituras que Su iglesia al final de esta era será todo lo que está llamada a ser, y Él tendrá la gloriosa novia que tanto merece. La pregunta es, ¿seremos parte de ella?
Un amigo mío me contaba sobre algunas de las bodas que había realizado y cómo en una de ellas se produjo el mayor milagro que jamás había visto. Fue a ver cómo estaba la novia cinco minutos antes de la ceremonia, ¡y estaba destrozada! Estaba seguro de que la boda se retrasaría durante horas, pero cinco minutos después, la novia salió y ¡estaba bien! A Jesús le gusta hacer milagros en las bodas, pero este milagro puede haber sido aún más grande que convertir el agua en vino. ¿Podría ser esta una imagen profética de la iglesia al final de esta era?
Como nos recuerda Pedro, un día es como mil años para el Señor, y mil años son como un día. Esto significa que Él puede hacer en un día lo que nosotros pensamos que tomará mil años.
También puede hacer en cinco minutos lo que nosotros pensamos que tardará horas. Nada es imposible para el Señor. Por lo tanto, Su novia puede parecer actualmente un desastre, pero eso puede cambiar rápidamente. Del mismo modo, si hemos desperdiciado años o décadas de nuestras vidas sin siquiera buscar conocer nuestro propósito, y mucho menos caminar en él, eso también puede cambiar rápidamente, y todavía podemos lograrlo. Sin embargo, no hay tiempo que perder.
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