Esta semana seguiremos estudiando cómo cumplir con 2 Corintios 13:5: "Examinaos a vosotros mismos para ver si estáis en la fe...". Otra forma de hacerlo es examinar cómo crecemos en nuestro lugar dentro del cuerpo de Cristo.

 

En Hechos, todos los que dieron su vida para seguir al Señor fueron añadidos a la iglesia. De acuerdo con las estimaciones de hoy en día, solo alrededor del 5% de los que toman decisiones por Cristo son realmente añadidos a la iglesia. Mucho de esto se puede atribuir a lo diferente que es la iglesia moderna en comparación con su contraparte bíblica y lo difícil que es conectarse hoy en día de una manera real, vital y personal. Sin embargo, debemos considerar el fruto de estas decisiones por Cristo. Si no hay fruto, debemos preguntarnos si estamos pensando erróneamente que estamos en una condición espiritualmente segura, o si nuestro destino eterno está todavía en peligro.

 

Además, cuando hemos encuestado a las personas que asisten a nuestras conferencias para saber cuántos conocían sus dones y ministerios, siempre fue menos del 5%. ¿Qué tan bien le iría a usted si sólo el 5% de su cuerpo estuviera funcionando? Ese es el estado actual del cuerpo de Cristo. Una de las razones principales de esto es que muy pocas iglesias equipan a sus miembros para conocer y funcionar en sus dones y ministerios de acuerdo con el modelo de Efesios 4 del Nuevo Testamento. La mayoría de las iglesias hoy en día no están funcionando realmente como el cuerpo del Señor, sino más bien como corrales de ovejas donde se les echa algo de comida una o dos veces por semana.

 

Obviamente, la Reforma de la iglesia tiene un largo camino por recorrer antes de que la vida fundamental de la iglesia del Nuevo Testamento pueda ser restaurada. Un gran paso para lograrlo sería que la iglesia se dedicara a cumplir la Gran Comisión de hacer discípulos, no solo conversos. La iglesia es superficial en todos los sentidos porque muy pocos miembros de la iglesia se convierten en verdaderos discípulos. En cambio, muchos permanecen en el estado profundamente superficial de ser solo creyentes. Esto no cumple con la Gran Comisión de "hacer discípulos".

 

Para que uno se convierta en un discípulo del Señor, según la definición de Cristo, debe ver Su visión de que Su pueblo se convierta en Su cuerpo en la tierra como una de las revelaciones más emocionantes de su propósito. Esta devoción más profunda a la vida en Él conducirá, inevitablemente, a una unión mucho más profunda de Su pueblo.

 

Estamos llamados a ser "piedras vivas" (ver 1 Pedro 2:5) para ser edificados como un templo para el Señor. En lugar de ser todos cementados en un edificio vivo, la mayoría de las congregaciones solo permanecen como montones de piedras. Ya que las piedras que no han sido cementadas son fácilmente robadas, muchos cristianos no permanecen en una iglesia. Cada cristiano debe estar tan seguro de su lugar en el cuerpo del Señor hasta que sienta que está siendo cementado en su lugar.

 

Una de las razones por la que la vida típica de la iglesia hoy en día es superficial comparada con el ejemplo bíblico, es que el ministerio del Nuevo Testamento de Efesios 4 era un equipo, no una persona. Se necesitan apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros para equipar y madurar el cuerpo, mientras que la iglesia moderna ha sido dominada por un solo ministerio, el ministerio pastoral. ¿Cómo llegó este ministerio en particular a dominar la vida de la iglesia? 

 

Según Efesios 4:12, el Señor dio estos cinco ministerios de equipamiento "a fin de equipar a los santos para la obra del ministerio", no para que ellos mismos hicieran la obra del ministerio. Equipar es la tercera de un proceso de cuatro etapas y presupone que las etapas anteriores de enseñanza y entrenamiento han sido realizadas. Sin embargo, en el modelo de iglesia actual, prácticamente todo el ministerio es acerca de enseñanza. La siguiente etapa de preparación (entrenamiento) no comienza hasta que se nos permite hacer lo que se nos enseñó.

 

Alrededor del 95% o más de los cristianos de hoy en día nunca han experimentado la vida de la iglesia del Nuevo Testamento de la manera en que fue diseñada. Esto cambiará, porque tiene que cambiar. Una "nueva estirpe" de ministerio está llegando, y el verdadero cristianismo apostólico volverá a sacudir al mundo. Cuando el ministerio apostólico sea totalmente restaurado en la iglesia, todos los demás ministerios de equipamiento llegarán a su plenitud. Entonces todos los santos serán equipados y el cuerpo de Cristo llegará a su lugar como el cuerpo más poderoso y semejante a Cristo que el mundo haya visto jamás.

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