Continuamos nuestro estudio sobre la traducción literal de la profecía de Jesús en Mateo 24 acerca del fin de esta era. Jesús dijo que inmediatamente antes de Su regreso, habría un tiempo de Su parusia o "presencia". Otras profecías bíblicas indican que ahora estamos en este tiempo.

        Si estamos vivos en este tiempo, tenemos un propósito alto. En estos tiempos una profunda oscuridad cubrirá la tierra, pero la luz y la gloria del Señor se revelarán en el pueblo de Dios el cual prevalecerá sobre las tinieblas (ver Isaías 60:1-3). Para prepararnos para esto, debemos crecer en el don de discernimiento, reconociendo y absteniéndonos del espíritu de sospecha que a menudo se disfraza de discernimiento.

        El falso discernimiento, arraigado en la sospecha y el temor, procura convertirnos en "buscadores de defectos" en lugar de mensajeros de redención y esperanza. Así como la cosecha es la maduración de todas las semillas que se han sembrado en la humanidad, el espíritu que se manifestó en los fariseos para oponerse a Jesús puede controlar a los cristianos que se rinden a las sospechas del Acusador. Filipenses 1:9-11 es una verdad clave a la que debemos arraigarnos en este tiempo:

        “Y esto pido en oración: que el amor de ustedes abunde aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento, a fin de que escojan lo mejor, para que sean puros e irreprensibles para el día de Cristo; llenos del fruto de justicia que es por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios”.

            El “conocimiento verdadero y todo discernimiento" están arraigados en el amor. No podemos discernir correctamente a las personas si no las amamos. Del mismo modo, no podemos discernir las verdaderas condiciones de las naciones si no las amamos. El amor busca la redención y la restauración, no la condenación. El espíritu de sospecha no está arraigado en el amor. Distorsiona lo que vemos y hace que nos opongamos a la obra redentora del Señor y al Señor mismo, como hicieron los fariseos. 

            Esto no significa que debamos negociar la verdad, la sana enseñanza bíblica, o Su justicia y juicio que son el fundamento de Su trono. Si amamos la verdad y amamos a las personas por las que el Señor dio Su vida, no negociaremos las claras enseñanzas de las Escrituras sobre el pecado y la maldad ni sus consecuencias. Pero lo haremos con un espíritu que busca redimir, no condenar, lo cual comienza con el reconocimiento, el pesar y el volvernos de nuestros pecados. El amor verdadero enfrentará valientemente al pecado con un corazón redentor y no condenatorio.

            Sabemos por las Escrituras que llegará un momento en que la paciencia del Señor se agotará y entonces vendrá la condenación. Entonces habrá una distinción entre "ovejas" y "cabras". Hasta entonces, no debemos abandonar a las personas o a las naciones por muy malvadas que sean ahora. Decidamos vencer el mal con el bien y hagamos lo que podamos para que se vuelvan al Señor. Como Él nos enseñó de Jonás, incluso cuando Su palabra de convicción se comparte con los que tienen malas actitudes, todavía tiene el poder de salvarlos.

            Mientras escribo, Rusia está siendo condenada como la Alemania nazi por las atrocidades que su ejército ha infligido en Ucrania. Es imposible ver lo que han hecho las fuerzas rusas y no condenarlas. Sin embargo, recuerden esto: el mayor avivamiento de esta era vendrá de Rusia, y algunos de los movimientos redentores más poderosos de esta era vendrán de Alemania. Este fue el primer mensaje profético que recibí como nuevo creyente, y ha sido tan bien corroborado desde entonces, que no tengo ninguna duda. 

        Sin embargo, puedo entender que otros duden de este escenario profético. Estas dos naciones han sido fuentes de los peores males jamás perpetrados en la humanidad a través del nazismo y el marxismo, y ninguna de ellas se ha comportado bien últimamente. Sin embargo, veremos en ellos la verdad de que los que son perdonados mucho, aman mucho (ver Lucas 7:47). Así como el apóstol Pablo fue el mayor perseguidor de la iglesia antes de su conversión, quizás fue el más grande y devoto siervo del Señor después. Veremos lo mismo en naciones como Alemania y Rusia.

            Así como la mayoría de los alemanes fueron engañados por la propaganda nazi, y muchos rusos son engañados por la propaganda de su nación, así también prácticamente todas las naciones han sido engañadas. Muchos de los que han sido más engañados despertarán, como el Apóstol Pablo. Él fue golpeado con ceguera para poder ver. Estemos igualmente listos para ayudar a aquellos que pronto serán despertados y establecidos en la Verdad y lo seguirán con la devoción que Él merece. No veamos a las personas y a las naciones como son ahora, sino como están llamadas a ser, y estemos listos para ayudarles a llegar allí.

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