Continuando con el hecho de que en ninguna parte de la Constitución de los Estados Unidos se establece que debe haber una separación entre la iglesia y el estado, sólo se establece que “el Congreso no promulgará ninguna ley respecto al establecimiento de una religión o que prohíba el libre ejercicio de la misma". Como el Congreso era el Gobierno Federal, esto no prohibía a los estados establecer una religión reconocida si así lo deseaban, y muchos de ellos lo hicieron. 

     Por ejemplo, un par de estados establecieron el requisito de ser protestante para votar. Otros requerían la asistencia a la iglesia para votar. Esto no hizo que estas leyes fueran correctas y, finalmente, todas fueron derogadas, pero el hecho de que se permitiera demostró que los estados tenían autoridad para hacer tales cosas según la Constitución. La Constitución sólo prohibía al Congreso establecer una religión.

     Estas leyes de pruebas religiosas de algunos estados eran legales según la Constitución, pero no eran correctas y causaron problemas. La sabiduría de cómo estos asuntos podrían ser resueltos por los estados, mientras que evitaban que todo el país estuviera sujeto a la confusión que causaron resultó ser genial. 

     Sólo cuando el Gobierno Federal comenzó a exceder la autoridad que se le otorga en la Constitución y, por lo tanto, a invadir los derechos de los estados y del pueblo, la confusión y las divisiones que esto ha causado se hicieron nacionales y amenazaron con destruir a la nación. Estas presiones innecesarias seguirán creciendo hasta que el Gobierno Federal regrese a sus límites constitucionales, y los derechos de los estados y del pueblo que ha usurpado les sean devueltos.

     Con respecto a la relación adecuada y constitucional entre la iglesia y el estado, es probable que todos hemos sido testigos de que hombres y mujeres que eran buenos amigos arruinan esa amistad al casarse. Es una meta digna para los que están casados ​​ser amigos, pero el amor de cada uno como amigos puede no funcionar bien en los lazos más comprometidos del matrimonio. Es por eso que muchos idiomas tienen diferentes palabras para estos dos tipos de afecto: amistad y amor romántico. El punto es que la iglesia y el estado deben tener una relación de amigos, pero no de matrimonio. 

     La iglesia está llamada a ser la novia de Cristo, únicamente. En relación con la novia de Cristo, el estado está llamado a ser como los eunucos que proporcionaron seguridad al rey y su novia. La defienden si es necesario, pero no pueden tener una relación que vaya más allá de eso.

     Cuando la relación entre la iglesia y el estado fue más allá de lo que se suponía que fuera, trajo sobre la tierra la época más oscura: la Edad de las Tinieblas. Los abusos de la unión incorrecta de la iglesia con el estado quedaron profundamente grabados en los primeros Americanos. Muchos habían sido testigos o víctimas de la horrible corrupción que surgió de esta unión incorrecta de la iglesia y el estado en Europa, que culminó en la peor persecución en la historia de la humanidad: La Inquisición. 

     La Inquisición fue la persecución por parte de Cristianos a otros Cristianos y Judíos. Sólo podía ser posible si la iglesia institucional estaba casada con el estado en ese momento. Los Cristianos y Judíos, que no se conformaban con el dogma de la iglesia institucional de la época, fueron masacrados en una escala incomprensible. El Manual de la Biblia de Halley estima que hasta 50 millones de estos Cristianos y Judíos no conformistas fueron torturados y asesinados en La Inquisición. Este número ha sido corroborado por otros historiadores. Podemos leer en obras como El libro de los Mártires, de Foxe, el tipo de torturas dementes y diabólicas utilizadas por La Inquisición. Esta fue verdaderamente una de las horas más oscuras de la humanidad, y fue realizada en el nombre de Cristo por la iglesia ramera que se había casado incorrectamente con el estado.

     Dado que muchos de los primeros colonos fueron víctimas de esta persecución, y los líderes del movimiento independentista en América conocían bien sus historias, cuando los Británicos impusieron una ley en las colonias de que ningún ministro del evangelio podía obtener una licencia, excepto a través de la Iglesia de Inglaterra, fue intolerable para los colonos. 

     Los Fundadores de la República Americana estaban decididos a asegurar que tal cosa nunca sucediera en América. Para ello, establecieron el gobierno ante todo sobre la libertad de religión, resolviendo mantener al Gobierno Federal fuera de la religión, pero como protector de la libertad religiosa.

     Como los judíos de Europa fueron perseguidos junto con los protestantes y otros movimientos cristianos, también huyeron a América. Ambos fueron bienvenidos y honrados por sus compañeros colonos Cristianos. Los de otras religiones, o sin religión, también encontraron en América la tolerancia y la libertad que no habían encontrado en ningún otro lugar del mundo. América nació como un refugio para las personas perseguidas por motivos religiosos. 

     Los Fundadores Americanos estaban decididos a mantener a la iglesia y al estado como entidades separadas, pero claramente era para mantener al estado fuera de los asuntos de la iglesia, no al revés. Entonces debemos preguntarnos, ¿cómo es que la Corte Suprema y muchos tribunales inferiores emitieron tantas decisiones que prohíben el libre ejercicio de la religión? Violando descaradamente la Constitución y la Primera Enmienda. El liderazgo del Congreso era demasiado débil o inepto para enfrentar este tiránico abuso por parte del poder judicial.

     Si queremos preservar nuestra República, debemos recuperar el hecho de que la Corte Suprema no es la “ley suprema del país”, sino la Constitución. La Corte Suprema ha tomado muchas decisiones inconstitucionales en su historia, algunas de las cuales fueron revocadas por cortes posteriores, pero muchas no lo han hecho. En los últimos tiempos se están amontonando casi todos los años porque ahora se ha alejado tanto del carril que la Constitución le dio al poder judicial. Si esto no se corrige, pronto causará la destrucción de la República, tal como advirtieron Jefferson y otros Fundadores.

     Cubriremos estas violaciones de la Constitución con más detalle en futuros resúmenes, junto con el impacto devastador que han tenido en la nación. El Poder Judicial puede haber sido el mayor culpable de esto, pero los tres poderes son culpables de desviarse de la autoridad clara y limitada otorgada al Gobierno Federal por la Constitución. El estrés que esto ha puesto en todo el país nos tiene en el punto de quiebre. Según la Constitución, el pueblo es soberano. Cuanto más esperemos para exigir que nuestro Gobierno Federal obedezca la Constitución, mayor será el costo de salvar nuestra República.

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     Creo que hay más casos de reducción de la libertad del pueblo por usurpaciones graduales y silenciosas de los que están en el poder, que por usurpaciones violentas y repentinas.

- James Madison, autor de La Constitución y quinto presidente de los Estados Unidos

     Nosotros el Pueblo de los Estados Unidos, con el fin de formar una unión más perfecta, establecer la justicia, asegurar la tranquilidad doméstica, proveer la defensa común, promover el bienestar general, y asegurarnos las bendiciones de la libertad para nosotros y nuestra posteridad, ordena y establece esta Constitución para los Estados Unidos de América.

 –Preámbulo de la Constitución de los Estados Unidos

© 2020 por Rick Joyner. Reservados todos los derechos. 

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