Oct 26
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Rick Joyner

         

         Esta es la tercera semana en la que abordaremos la necesidad de tener paciencia y esperar en el Señor para seguir al Rey. Si te estás impacientando con esto, ¡quizás esto sea especialmente para ti! Solo digo...

         Crecer en paciencia y aprender a “esperar en el Señor” es necesario para caminar en la fe que recibe Sus promesas. ¿Podría la impaciencia ser la razón por la que no estamos recibiendo o caminando en muchas cosas que esperamos?  Entregarnos para crecer en paciencia es una de las cosas más importantes que podemos hacer. Si le temes a esta disciplina, esto podría ser lo más importante para ti en este momento. Como dice el Salmo 37:7-9: 

Confía callado en el Señor y espera en Él con paciencia;

no te irrites a causa del que prospera en su camino,

por el hombre que lleva a cabo sus intrigas.

Deja la ira y abandona el furor;

no te irrites, sólo harías lo malo.

Porque los malhechores serán exterminados,

pero los que esperan en el Señor poseerán la tierra.

            Vivimos en una época en la que parece que los inicuos están prosperando y los planes malvados prevalecen en todas partes, pero esto no continuará. Cuando el pueblo de Dios aprenda a esperar en Él y tenga la paciencia necesaria para heredar Sus promesas, ellos heredarán la tierra. Esta es también la clave para que heredemos esa pequeña parte de la tierra que Él nos ha dado y sobre la cual  tendremos dominio. 

            Hay un momento para levantarse y otro para luchar. En todas las batallas de las Escrituras, excepto en dos, se requirió que la gente luchara por la liberación que Dios había prometido. Fue solo en las otras dos veces que se le dijo a la gente que no hiciera nada más que mirar al Señor. Entonces, por testimonio bíblico y por defecto esto nos anima a que debemos luchar por lo que Él nos ha llamado a hacer, pero también a que estemos abiertos a que Él nos diga: "tengo todo cubierto". Para reconocer la diferencia, es casi seguro que tendremos que buscar al Señor y esperar pacientemente Sus instrucciones. 

           David se convirtió en un gran rey porque también fue un gran guerrero. Y lo que lo convirtió en un gran guerrero fue la forma en cómo esperó en el Señor para que lo guiara antes de cada combate.  

            

            Hoy parece que el mal prevalece en casi todas las batallas. Los cristianos valientes continúan movilizándose y luchando, pero las victorias han sido pocas y de corta duración. Como estudiante de liderazgo y estrategia militar, parece que en casi todos los casos estamos permitiendo que el enemigo elija el campo de batalla, pero luchamos en sus términos y luego nos preguntamos por qué las cosas no van bien.

            Necesitamos líderes como el rey David que, incluso en las circunstancias más desesperadas, se tomen el tiempo de “consultar al Señor” antes de actuar. La frase que más se usó con relación a David fue que él "consultó al Señor". En contraste, el rey Saúl sufrió sus peores derrotas porque atacaba impetuosamente sin buscar primero la voluntad del Señor.   

           Podemos levantarnos y tratar de movilizar y luchar contra los malvados en sus campos de batalla, y hay un tiempo para hacerlo si el Señor nos dirige. Sin embargo, Sus intervenciones generalmente se producen después de haber consumido nuestra propia sabiduría y fuerza, y nuestra liberación parece imposible. Aprender a esperar en el Señor para actuar en Su sabiduría y fuerza antes de tener la oportunidad de ser derrotados funciona mucho mejor. 

           Jesús vino a mostrarnos cómo vivir. Él vivió sólo haciendo lo que vio hacer al Padre. ¿No es hora de seguirlo?

© 2021 Rick Joyner. Reservados todos los derechos.