Nuestro estado actual de colapso del gobierno no es la falla de la Constitución, sino nuestro incumplimiento de ella. Los Fundadores pusieron controles y contrapesos adecuados, para mantener a las tres ramas del Gobierno Federal en su carril y evitar infringir los derechos de los estados y del pueblo, pero han sido ignorados. La respuesta a casi todas las crisis que enfrentamos hoy es volver atrás y cumplir con “la ley suprema del país”, la Constitución.  

         Los tres poderes del Gobierno Federal son responsables de este fracaso, pero Thomas Jefferson y otros Fundadores previeron lo que llamaron “tiranía judicial” como la mayor amenaza para la República, y se ha demostrado que tenían razón. Por eso, examinamos primero al Poder Judicial. 

         Hacemos esto reconociendo que muchos de los Padres Fundadores fueron jueces y magistrados brillantes, que nos dieron lo que sigue siendo el mejor sistema judicial del mundo. Sin embargo, ahora está cerca de hacer que todo el gobierno se descarrile si no regresa rápidamente a sus amarres constitucionales. Debemos hacer esto, mientras entendemos que las reacciones exageradas pueden ser tan devastadoras como las acciones incorrectas que nos llevaron aquí en primer lugar. 

         No se trata de encontrar a alguien a quien culpar, sino de buscar soluciones. Por cada error cometido, probablemente ha habido muchas decisiones que nuestros tribunales han acertado. Puede que no haya un trabajo más difícil y desafiante que ser juez en cualquier nivel. La mayoría de los jueces merecen más honor y respeto del que reciben. Aun así, debemos buscar comprender los errores o los seguiremos cometiendo.

         Las decisiones inconstitucionales de la Corte Suprema, como las de Dred Scott, que declararon que los esclavos no eran personas sino propiedades, se convirtieron en la causa fundamental de la Guerra Civil. Las decisiones inconstitucionales de los tribunales son responsables de crear las más graves fallas sociales en nuestro país hoy en día, y amenazan con provocar otra guerra civil. 

         Un ejemplo extremo de cuán lejos de su carril se han ido algunos en el poder judicial, considere cómo ahora es una práctica aceptada que un solo juez federal cancele una Orden Ejecutiva presidencial, como hemos visto recientemente sobre la política de inmigración. Cualquier juez que incluso haya intentado hacer esto debería haber sido acusado y destituido de la magistratura de inmediato por violar la Constitución. ¿Cómo viola esto la Constitución? 

         Primero, esta es una violación básica de la cláusula de separación de poderes. Tanto la Constitución como la ley federal ponen la política migratoria bajo la política exterior, que está bajo el Poder Ejecutivo, no el Congreso y no el Poder Judicial. Los Fundadores tuvieron la sabiduría de ver cuánto caos se crearía si las tres ramas comenzaran a imponer su propia política exterior, que es lo que estamos presenciando hoy. 

         Considere que hay cientos de jueces federales. Hoy se ha aceptado que a cualquiera de ellos se le puede permitir bloquear las Órdenes Ejecutivas de un presidente, sin siquiera citar cómo la Orden Ejecutiva viola la Constitución o la ley. Estos jueces hacen esto simplemente porque no están de acuerdo con las políticas del presidente. No es probable que ningún gobierno pueda sobrevivir al latigazo causado por este tipo de locura, y el nuestro tampoco. 

         Si un juez puede salirse con la suya al hacerle esto al Poder Ejecutivo, también puede hacerlo al Congreso, y está pasando. Esto no sólo ha erosionado la autoridad ejecutiva y del Congreso, sino también la Constitución cuando se ignora tan descaradamente. Esto ha ido más allá de la tiranía judicial para convertirse en anarquía judicial. 

         Los Documentos Federalistas fueron escritos por varios de los Fundadores para convencer a los estados de adoptar la Constitución. En estos papeles explicaron lo que se pretendía en todo en La Constitución. Por lo tanto, no tenemos que especular sobre sus intenciones como lo hacen hoy en día casi todos los que están en cargos públicos. También tenemos los escritos privados y públicos de los Fundadores, que a menudo entran en gran detalle sobre lo que ellos pretendían en nuestros documentos fundacionales. 

         Una cosa que dejaron en claro los Fundadores fue que al implementar tres ramas del gobierno, estos serían controles y contrapesos entre sí. Nunca tuvieron la intención de que fueran co-iguales, lo cual es una falacia muy común que se cree hoy. Su intención claramente declarada era que el Congreso fuera la rama más poderosa de las tres, por lo que le dieron sólo al Congreso el poder de la cartera y el poder de acusar. Querían que el Congreso tuviera estos poderes porque consideraban que sería el más responsable y comunicador ante la gente.

         La Constitución estableció la Corte Suprema, pero todas las demás cortes debían ser establecidas por el Congreso. Se esperaba que el Congreso impugnara y destituyera de su cargo a los jueces que buscaran usurpar la autoridad del Congreso para hacer leyes al tratar de "legislar desde el tribunal". Sólo el Congreso tiene el poder de hacer leyes, no el Presidente ni el Poder Judicial. 

         También se esperaba que el Congreso defendiera los poderes constitucionales del Poder Ejecutivo de la extralimitación judicial. Debido a que al Congreso se le dio el poder del dinero, simplemente podrían desfinanciar a un tribunal que se desviara. La principal razón por la que estos poderes que sólo tiene el Congreso no se están utilizando se debe a la falta de liderazgo en el Congreso. Al no tomar su autoridad, lo hicieron las otras dos ramas del gobierno, lo que resultó en el caos que ahora estamos experimentando.

         Puede ser tentador creer que las cosas ahora están tan fuera de lugar que nunca las volveremos a enderezar. No es así. El mayor peligro y el mayor problema, la tiranía judicial, también podría ser el más fácil de solucionar. Se necesitará un liderazgo extraordinario, el cual no hemos visto en mucho tiempo. Sin embargo, siempre es en los tiempos más oscuros cuando han surgido las luces más grandes. 

         En todas las cosas debemos mirar primero a Aquel para el que nada es imposible. Eso es lo que los Fundadores aprendieron a hacer, y el Señor vino en su ayuda cada vez. Él también hará esto por nosotros si lo mantenemos primero y siempre recurrimos a Él primero. Ya que dejó en claro que Él resiste a los orgullosos pero da su gracia a los humildes, continuemos humillándonos ante Él de todas las formas posibles, reconociendo nuestra necesidad de Él y siendo lo suficientemente dispuestos a recibirla.

         En esta situación de esta Asamblea, a tientas como en la oscuridad para encontrar la verdad política, y apenas capaz de distinguirla cuando se nos presenta, ¿cómo ha sucedido, señor, que hasta ahora no hemos pensado en pedir humildemente al Padre de las Luces para iluminar nuestro entendimiento? - Benjamin Franklin en la Convención Constitucional

         Ellos (los Fundadores) previeron que la maquinaria del gobierno podría volverse demasiado grande, que los militares podrían debilitarse demasiado, que la deuda nacional podría salirse de control, que los impuestos podrían volverse demasiado onerosos, que las leyes podrían volverse demasiado engorrosas, y que nuestros esfuerzos por ayudar a los pobres y educar a los jóvenes podrían desviarse. -Gordon Leidner

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