Como se ha cubierto anteriormente, dos de las palabras griegas traducidas como "iglesia" en el Nuevo Testamento son ecclesia y koinonia. Ecclesia es la estructura y el gobierno de la iglesia, y koinonia es la unión de la iglesia en amor. ¿Cuál es más importante? Estamos llamados a ser una familia primero, no una organización, pero también necesitamos organización.

La verdadera koinonia es rara en la iglesia hoy en día, porque la mayor parte de nuestro énfasis está en la organización, la ecclesia. Esto cambiará al final de esta era, cuando el énfasis principal de la vida de la iglesia será amar a Dios y a los demás. Esto llevará la koinonia al primer plano, y su pueblo será conocido por su amor.

Vemos en el libro de los Hechos que los apóstoles parecían tomar mucho más tiempo del que podríamos esperar para establecer estructura y gobierno en las nuevas iglesias. Esto es algo que debería hacerse caso por caso. Por ejemplo, algunos lugares y culturas son tan anárquicos que necesitan estructura y gobierno eclesiales antes que otros lugares. Sin embargo, las iglesias donde las culturas locales son menos estructuradas no necesariamente necesitan más estructura y gobierno que las iglesias en otros lugares. Algunas culturas tienen tradiciones tribales tan fuertes que las personas naturalmente viven según ciertos valores de gobierno, aunque no sean evidentes para la mente occidental.

Por esta razón, los misioneros y plantadores de iglesias deben seguir al Señor en cada caso, y no imponer un plan y modelo predefinido en todas las culturas. El modelo de iglesia actual en el cristianismo occidental no nos sirve bien y está quedando obsoleto, entonces, ¿por qué debería imponerse en otras culturas?

Como solía decir Francis Frangipane: "Estamos llamados a seguir a Emanuel, no a un manual". Las siete iglesias en Apocalipsis existían todas al mismo tiempo en la misma región general, sin embargo, todas necesitaban diferentes palabras del Señor y se les dieron diferentes promesas. Cuidado con aquellos que intentan imponer un patrón en cada iglesia.

El Señor ama la creatividad. Hace que cada copo de nieve sea diferente, y cada uno de nosotros es diferente, como reflejo de su naturaleza. Entonces, ¿por qué la iglesia moderna es tan uniformemente aburrida? La mayoría de ellas no son sus iglesias, sino franquicias creadas por hombres para hombres. Todavía pueden tener una medida de su bendición, porque Él bendecirá casi cualquier cosa que su pueblo haga tanto como pueda, así como bendijo a Ismael. Sin embargo, solo habitará en lo que Él construya.

Hay una gran diferencia entre una congregación bendecida por el Señor y una donde habita su presencia. Puede haber una diferencia entre aquellos que tienen sus dones y aquellos que lo tienen a Él. Aquellos que lo tienen a Él también tendrán sus dones, pero en mucha mayor medida.

Nuevamente, ¿de qué sirve el templo más glorioso si Dios no está en él? Si Él está allí, no importará cómo sea el templo. Su presencia será lo que capte nuestra atención.

Cuando la gente deja nuestra congregación, ¿se van hablando de nosotros, del mensaje, de la adoración, de los milagros o del Señor? Por supuesto, deberíamos querer tener un gran mensaje, la mejor adoración y el Espíritu Santo haciendo sus obras entre nosotros. Sin embargo, si su presencia manifiesta está allí, él eclipsará todas esas cosas.

¿Cómo sería diferente una congregación construida para atraer al Señor de una construida para atraer a las personas? Sin duda, si construyéramos lo que el Señor quiere, tendríamos muchas más personas de las que tenemos. Solo piensa en cuán diferente podría ser.

Hemos sido muy bendecidos como ministerio al haber tenido visitaciones del Señor. Algunas fueron tan espectaculares que aún se habla de ellas décadas después. Estos son momentos clave en nuestra historia, así como las visitaciones del Señor son momentos clave en la Escritura, pero el Señor quiere habitar con su pueblo, no solo visitarnos. Ser el lugar de morada de Dios es nuestro mayor llamado y logro. ¿Por qué no poner eso primero?

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