Hemos estado abordando los velos que deben ser quitados para ver la gloria del Señor sin distorsionarla. El siguiente velo es juzgar a todos y a todo por una mala experiencia.

         Por ejemplo, he oído hablar de personas que visitan una iglesia y hacen juicios generales y radicales sobre esa iglesia basándose en una sola visita. Puede que haya sido o no un servicio inusualmente difícil, pero el visitante concluyó que a la iglesia no le estaba yendo bien o, peor aún, dijo que era una iglesia muerta basándose en esa visita. Todas las iglesias, incluidas las prósperas, ocasionalmente tendrán servicios aburridos o malos, por lo que hacer un juicio basado en una visita es incorrecto.

         Por el contrario, podríamos visitar una iglesia cuando está teniendo el servicio más emocionante que haya tenido en años y concluir que es una iglesia realmente grandiosa cuando en realidad no lo es.

         Hacemos lo mismo con las personas, emitiendo juicios importantes después de sólo una breve reunión. Hacemos esto con empresas, restaurantes y casi cualquier cosa. Esto nos roba a nosotros y a aquellos a quienes juzgamos mucho en la vida. Probablemente todos hemos conocido a personas que juzgan a todas las iglesias basándose en una mala experiencia. Esto los separa de las relaciones vitales que necesitan en sus vidas.

         En 1 Corintios 13:5 se nos dice que el amor no recuerda el mal sufrido. Lo que está mal, e incluso es delirante, es basar nuestras opiniones sobre iglesias, ministerios, predicadores o personas en uno o incluso unos pocos encuentros, buenos o malos. Todos y cada uno de los grupos tenemos días malos. Debemos evitar hacer juicios radicales basados ​​en información parcial.

         Cuando era nuevo instructor de vuelo, un examinador de la FAA me dijo una vez que las mujeres no eran buenas pilotos porque tendían a entrar en pánico en las emergencias. Esto sembró en mí una semilla de duda sobre las mujeres piloto. Entonces, observé de cerca a cada estudiante para detectar incluso un indicio de esto. Incluso hice que la capacitación en procedimientos de emergencia fuera más difícil para las estudiantes, pero para mi sorpresa, ¡sobresalieron! Finalmente concluí que esa afirmación sobre las mujeres era falsa, ya que las mujeres tienden a estar más tranquilas y son menos propensas a corregir excesivamente los controles, los dos factores más importantes para afrontar con éxito una emergencia de vuelo.

         Quizás esté pensando que quiere mujeres piloto en sus vuelos, pero eso también sería una generalización excesiva. Entrené a muchos pilotos, incluidos pilotos militares y de aerolíneas. Sin embargo, sólo entrené a un pequeño porcentaje de pilotos, por lo que incluso mi experiencia es parcial. Se nos dice en 1 Corintios 13:9: “En parte conocemos y en parte profetizamos”. entonces el conocimiento de todos es incompleto. El orgullo es pensar que sabemos todo lo que hay que saber.

         He leído bastantes libros sobre ciertas denominaciones, sectas y cultos, pero no conozco completamente ninguno de ellas. Puede que los haya estudiado más que nadie, pero mi conocimiento aún es limitado y puede ser inexacto debido a datos faltantes. Hay momentos en los que debemos actuar según el conocimiento que tenemos, pero eso debe ser siempre con abierta humildad, sabiendo que Dios da gracia a los humildes. Necesitamos su gracia en todo lo que hacemos y en cada relación.

         He estado en iglesias no denominacionales que eran sectarias, y he estado en iglesias denominacionales que no tenían espíritu sectario y estaban abiertas y amaban a todo el cuerpo de Cristo. ¿Con quién se complace más el Señor?

         Recordemos que el Señor dijo que seríamos juzgados con la misma medida con la que juzgamos a los demás, por lo que no debemos prestar atención a la enseñanza de 1 Corintios 13:7 de vivir nuestras vidas con amor, que “todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. Esto es especialmente importante en el caso de las personas. Si juzgamos con gracia y misericordia, recibiremos gracia y misericordia (ver Mateo 5:7). Esto no niega la necesidad de discernir o juzgar algo correctamente cuando está mal, pero nosotros, como cristianos, no debemos estar predispuestos a lo negativo.

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