Así como hay cada vez más problemas en el mundo, hay cada vez más señales de avivamiento y otro gran despertar. Así como grandes oleadas subterráneas de magma estallan en varios lugares antes de una explosión volcánica, estallarán avivamientos como advertencias de que se está acumulando presión para “el grande”.

Anteriormente mencioné el Estudio de valores de Estados Unidos encargado por Marc Nuttle. Este puede ser el estudio más profundo y extenso jamás realizado sobre Estados Unidos, y lo que reveló fue impactante. Esperábamos encontrar que el pueblo estadounidense se había girado fuertemente hacia la izquierda y cada vez estaba más “despertado”, pero sucedió lo contrario. Es posible que nuestro gobierno y los medios se hayan volcado fuertemente hacia la izquierda y estén tratando de convencernos de que todos lo han hecho, pero la gente se ha vuelto decididamente a los valores tradicionales y conservadores. De hecho, su ira con la izquierda, las políticas y filosofías que se les imponen está creciendo, y se avecina un gran retroceso.

Quienes vieron estos datos comenzaron a pronosticar una enorme “ola roja” o “tsunami rojo” en las recientes elecciones de medio término. Sin embargo, el estudio también reveló por qué esto no era probable; este enorme y creciente movimiento subterráneo en Estados Unidos se está alejando de la política, los medios, la religión y casi todas las demás formas del “establecimiento”. El pueblo estadounidense está rechazando decididamente el camino por el que ha sido conducido. Esto es casi volcánico. Algo nuevo y audaz está a punto de surgir, y será bueno.

Una forma en que este sentimiento antisistema está creciendo es en nuestros partidos políticos. Al sesenta y cinco por ciento del Partido Republicano no le gusta su partido. Al sesenta y seis por ciento del Partido Demócrata no les gustan los suyos.

Aunque la gente está volviendo resueltamente a los valores bíblicos tradicionales, la mayoría no sabe que son tradicionales o bíblicos. Tampoco recurren al Partido Republicano, que afirma defender estos valores. Por qué no lo son es otra revelación importante. La gente se siente defraudada por el establecimiento en casi todos los sentidos y está buscando algo nuevo, aunque todavía no sabe cómo es eso.

Esta es tanto una gran oportunidad como un gran peligro. Si no aprovechamos esta oportunidad para un cambio profundo en la dirección correcta, podría tomar una mala dirección. Dado que los dos principales partidos políticos de Estados Unidos se están reduciendo rápidamente y pocos de sus respectivos miembros confían en ellos, podría haber una oportunidad de abandonar el sistema bipartidista. George Washington advirtió una vez que esto podría condenar a nuestra república. ¿Cuál sería la alternativa?

El presidente Washington aconsejó que deberíamos poder debatir cualquier tema como estadounidenses, no como miembros de un partido político. Advirtió que los partidos políticos podrían corromper al país y llevarnos a la ruina, lo que casi han hecho. ¿Cómo funcionarían nuestras elecciones sin partidos políticos? ¡Mejor!

Debemos pensar fuera de la caja, no solo en términos políticos. Casi todo en la sociedad se ha calcificado al institucionalizarse. Las iglesias institucionales se están reduciendo por la misma razón que la política institucionalizada: en muchos sentidos, se han desconectado de la realidad. Es por eso que tuvimos la mayor asistencia a la iglesia en la historia el domingo después del 11 de septiembre, pero esto solo duró unas pocas semanas, porque pocos encontraron lo que estaban buscando: ¡Dios!

Las instituciones pueden desempeñar un papel importante en la estabilización de las culturas. Podemos agradecerles por ayudar a preservar las verdades, los valores y la moral que se han mantenido hasta ahora. Aun así, prácticamente todas las instituciones son inadecuadas para hacer frente a los tiempos actuales. ¿Qué ocupará su lugar? Esa es la pregunta más importante. La única alternativa que queda es la mejor alternativa de todas, en la que profundizaremos en las próximas Palabras de la semana.

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