Aug 4
Week
Rick Joyner

     

     La República Americana se convirtió en una nación como ninguna otra nación en la historia registrada. A las colonias inglesas se les dio libertad de religión y autogobierno en sus estatutos. Otras naciones que alcanzaron algún grado de éstos por lo general lo hicieron durante siglos, o incluso milenios, de lucha tediosa e implacable, pero América nació con ellos. 

     Como resultado, las primeras generaciones de Americanos crecieron con libertades mayores que las que se habían experimentado en cualquier otro lugar del mundo. Respiraron el aire de la libertad desde el día en que nacieron y, por lo tanto, reconocieron rápidamente y resistieron el hedor nauseabundo de la opresión.  

     El conflicto que condujo a la Guerra de la Independencia fue el resultado de que el rey británico comenzara a negar arbitrariamente los derechos que se les había otorgado a los colonos en sus estatutos. La Declaración de Independencia fue básicamente una declaración de incumplimiento de contrato por parte del Rey Británico. Mucho de esto fue repetirle al rey los derechos otorgados a las colonias en sus estatutos y cómo el rey había roto el contrato. Su conclusión fue que esto liberaba legalmente a las colonias de sus vínculos con Gran Bretaña.  

     Como predijo el presidente Lincoln, la mayor amenaza para la República no vendría de los enemigos de afuera, sino de los enemigos de adentro. ¿Cómo crecieron estos enemigos internos tan numerosos y fuertes como ahora? ¿Cómo podemos vencerlos? 

     La República será preservada porque “el amor nunca falla” (ver I Corintios 13: 8) o, como esta Escritura podría haberse traducido, “el amor nunca se rinde”. Hay suficientes que aman la libertad y aman a su país, por lo que nunca se rendirán y, por lo tanto, no pueden fallar. Aun así, la lucha más desesperada por sobrevivir nos ha llegado. Lo que tenemos que hacer puede ser simple, pero no será fácil.

     Un principio militar básico declara que un enemigo que no se ve no puede ser derrotado. La mayor amenaza para nuestra existencia se ha vuelto fuerte y numerosa casi sin previo aviso. Esto ha venido a través de un adoctrinamiento sutil pero continuo de América por el veneno social más mortífero jamás ideado para destruir naciones y culturas: el socialismo Marxista. El socialismo Marxista tiene un propósito fundamental de dominación totalitaria del mundo y ven a América como el mayor obstáculo que se interpone en su camino. Así que hemos sido el objetivo principal desde el principio de su filosofía tóxica.

     La mayoría de los que han estado bebiendo el veneno marxista no saben que la fuente de los principios con los que han sido adoctrinados son marxistas. A la mayoría se les sirve lo suficiente para hacerlos receptivos y obedientes a los lemas y los llamamientos emocionales superficiales para convertirlos en lo que Lenin llamó "los tontos útiles". Los marxistas no quieren que aquellos a quienes buscan controlar sepan qué es realmente el marxismo porque la mayoría lo rechazaría. Sólo quieren que sus seguidores obedezcan. 

     Así como la mejor manera de matar una planta es cortarla de sus raíces, la mejor manera de destruir una nación es cortarla de su historia y herencia. Entonces, el primer objetivo de los marxistas es separar a la gente de su historia y su herencia, ya sea haciendo que las descuiden o revisándolas para hacer que la gente las desprecie. 

     Este ataque a América ha sido intencional, sistemático y eficaz. El marxismo es ahora un plato principal que se sirve en nuestras escuelas y universidades públicas. Desde las edades más tempranas, nuestros hijos son alimentados con una historia revisada que ha hecho que lo bueno parezca malo y lo malo parezca bueno. El resultado es que incluso los estudiantes de primaria comienzan a odiar a su propio país. Esto los hace abiertos y receptivos a casi cualquier doctrina alternativa. 

     Este es un ataque de tres frentes. Esta propaganda antiamericana en las escuelas Americanas se ve reforzada por una sutil persuasión a través de los medios, el cine y la televisión. Ahora bien, este veneno ha penetrado tanto en nuestro país que puede parecer imposible de contrarrestar. De hecho, se nos ha dado un antídoto para este veneno que seguramente funcionará contra él.

     La verdad es más fuerte que cualquier mentira. El amor por la verdad es más contagioso que la adicción sin sentido a las consignas superficiales de nuestros adversarios. Considere cómo sólo dos apóstoles golpeados pero armados con la verdad podrían entrar cojeando en una ciudad, y los funcionarios del imperio más poderoso del mundo gritarían aterrorizados que “¡los que han trastornado el mundo ahora han venido aquí a nosotros!" Una sola persona armada con la verdad y el favor de Dios, que es la Verdad, puede derrotar a los ejércitos más poderosos del mundo. 

     Sólo la verdad puede liberarnos y mantenernos libres. Sin embargo, para tener la verdad, debemos amarla lo suficiente como para buscarla diligentemente y luego defenderla. Una persona abandonará la lucha si está motivada por cualquier otra cosa que no sea el amor. Una persona enamorada nunca se rendirá y el amor nunca fallará.

     Debemos amar la verdad lo suficiente como para negarnos a comprometerla, sin importar el costo. Esto es con lo que se armaron los primeros colonos de América del Norte. Esto les dio la determinación de defender su "nuevo mundo" de lo que había dominado al viejo. Ellos pusieron un fundamento sobre la verdad, y ese fundamento es lo suficientemente fuerte para soportar todas las pruebas. 

     Durante la Guerra de la Independencia, el mundo observó con asombro cómo las colonias luchaban después de años de continuas derrotas aplastantes. El mundo no podía comprender qué motivaba este tipo de resistencia. El mundo no entendía cómo la libertad podía ser tan preciosa porque habían experimentado tan poco de ella. Los Americanos sabían demasiado de ella como para entregarla.

     Algunos historiadores han afirmado que si la victoria de los colonos no hubiera llegado cuando llegó, su capitulación ante los Británicos era inminente. La verdad es que si la guerra hubiera durado muchos años más, los Americanos habrían continuado luchando. ¿Por qué? Amaban su libertad con convicciones tan profundas que declararon que era mejor morir que entregarla. Para ellos, abandonar la lucha no era una opción.

     ¿Cuántos se necesitan con tanta convicción y resolución para preservar la República en nuestro tiempo contra la gran embestida que estamos enfrentando ahora? No muchos. La historia testifica que incluso un pequeño porcentaje de los que tienen una convicción profunda y apasionada prevalecerá sobre cualquier número de los que son superficiales. Mientras el amor a la libertad se encuentre en alguno, podemos contar con la verdad de que "el amor nunca falla". Sólo unos pocos que aman a su país y aman la libertad no fallarán, independientemente de las probabilidades en su contra. Nuestros Padres Fundadores lo demostraron. 

     Es desde dentro, entre ustedes, desde la codicia, la corrupción, la ambición defraudada y la sed desmesurada de poder, que se formarán facciones y se pondrá en peligro la libertad. Es contra tales designios, sea cual sea el disfraz que puedan asumir los actores, de los que deben protegerse especialmente. Tienen la más grande responsabilidad humana entregada bajo su cuidado. La Providencia ha derramado innumerables bendiciones sobre esta tierra favorecida, y los ha elegido a ustedes como los guardianes de la libertad, para preservarla en beneficio de la raza humana. Que Aquel que tiene en sus manos los destinos de las naciones les haga merecedores de los favores que les ha concedido y les permita, con corazón puro y manos puras, y vigilancia insomne, guardar y defender hasta el fin de los tiempos el encargo que se les ha encomendado para cuidarlo. ─ Presidente Andrew Jackson en su discurso de despedida.

Para solicitar copias adicionales de este Resumen Histórico, o para solicitar una copia de nuestro último catálogo, llame al 803-802-5544 ext. 266. Para pedir otros libros y recursos  en línea, visite store.morningstarministries.org

© 2020 por Rick Joyner. Reservados todos los derechos.