Las denominaciones e instituciones cristianas han estado perdiendo un gran número de personas en las últimas décadas. Sin embargo, en los últimos años esto se ha acelerado luego de crisis nacionales e internacionales como la pandemia del COVID. Aunque esto puede parecer contradictorio, es una señal de que se acerca un gran mover de Dios. Esta es la poda del árbol de Dios, para que pueda dar el mayor fruto que está por venir.
Los mayores avivamientos y movimientos en las Escrituras y en la historia siempre fueron precedidos por un malestar espiritual, una apostasía generalizada y un retroceso de la fe a gran escala. Los movimientos más grandes de Dios han surgido durante tiempos de gran oscuridad espiritual. Por lo tanto, la creciente oscuridad de nuestro tiempo no debe desanimarnos, sino más bien despertarnos para velar, esperar y prepararnos para las grandes cosas que Dios está por hacer.
Mientras nos preparamos para la gran ola del Espíritu que se acerca rápidamente, usemos nuestro tiempo sabiamente para hacer todo lo que podamos para prepararnos para ser usados en ella. Todo surfista experto sabe que primero debe discernir dónde romperá la ola, luego posicionarse en el lugar y moverse en la dirección correcta cuando llegue.
Lo primero y más importante que podemos hacer para prepararnos es fortalecer nuestra relación con el Señor. Como los hijos de Israel en el desierto, necesitamos maná fresco del cielo al comienzo de cada día. Jesús dijo que Él era el Maná bajado del cielo (Juan 6:49-51). Necesitamos un nuevo encuentro con Jesús cada día y una nueva revelación de Su gloria para cambiarnos a Su imagen, para que podamos ser como Él y hacer Sus obras. “Lo principal es mantener lo principal como lo principal” y buscar, conocer y seguir al Señor es “lo principal”.
La segunda cosa más importante que podemos hacer para ser parte de lo que Dios está haciendo en estos tiempos es encontrar nuestro lugar correcto en Su cuerpo, la iglesia. No podemos relacionarnos correctamente con la Cabeza sin estar correctamente relacionados con Su cuerpo. Estar correctamente relacionado con el cuerpo significa estar en el lugar correcto y funcionar en nuestro rol y llamado.
Si no podemos encontrar nuestro rol y llamado, estamos en el lugar equivocado. La mayoría de los cristianos que no pueden encontrar una iglesia en la que puedan encajar están en la ubicación geográfica equivocada. Eso se debe a que eligieron vivir allí por una miríada de razones en lugar de la razón principal por la que deberían tomar decisiones importantes en la vida: buscar primero Su reino.
Cuando nosotros, los que seguimos al Rey, tomamos decisiones importantes basadas en razones distintas a nuestro propósito principal, nunca encontraremos nuestro lugar o la verdadera paz y gozo en Su reino. Todavía podemos recibir muchas bendiciones. Sin embargo, el Señor bendecirá muchas cosas que Él no habitará. Hay una gran diferencia entre una vida vivida en Su presencia y una que recibe algunas de Sus bendiciones.
Recuerda siempre, el Camino no es una fórmula o camino a seguir; el Camino es una Persona. Y la Verdad no es solo tener doctrinas precisas, aunque deberíamos buscar esto. La verdad es también una Persona que debemos llegar a conocer y seguir. Y lo más importante, esta Persona está llamada a ser nuestra Vida. Si esta Persona no es nuestra Vida, es dudoso que conozcamos el Camino o la Verdad.
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