Como comenzamos a cubrir en la última PDLS (Palabra de la Semana), tres características básicas de un cristiano maduro son el amor, el gozo y la paz. Estas son "armas divinamente poderosas". Esta semana cubriremos el arma del Gozo.
En Nehemías 8:10 se nos dice: "No te entristezcas, porque el gozo del Señor es tu fuerza". Para ganar cualquier batalla debemos ser más fuertes que nuestro adversario. Esta declaración de que “el gozo del Señor es nuestra fuerza” comienza con “No te entristezcas” porque la tristeza es enfocarse en nuestros problemas o nuestras pérdidas, en lugar del Señor. La tristeza es lo opuesto al gozo y, por lo tanto, es el principal destructor de nuestra fuerza.
Cuando perdemos a un ser querido, una propiedad o los recursos por los que hemos trabajado duro, la tristeza es natural. Pero no estamos llamados a vivir en lo natural, sino por el Espíritu. Podemos pensar que esto es pedir demasiado, y lo es para los inmaduros en el Señor. Sin embargo, cuanto más crecemos en Él, más fácil se vuelve esto. En lugar de abrazar la tristeza por las pérdidas o las pruebas, obedecemos las Escrituras que dicen:
“Hermanos míos, tengan sumo gozo cuando se encuentren con diversas pruebas,
”sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia.
“Y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, y nada les falte” (Santiago 1:2-4).
“En esto se alegran mucho, aunque ahora por un tiempo, si es necesario, deban ser afligidos por diversas pruebas,
”para que la prueba de su fe, siendo más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero, se prueba por el fuego, resulte en alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesucristo” (I Pedro 1:6-7).
Una marca de la madurez cristiana es poder soportar las dificultades y las pérdidas con gozo. Si realmente creemos que todas las cosas obran juntas para nuestro bien, como se nos dice en Romanos 8:28, ¿cómo no podemos considerar las dificultades como un privilegio que Dios nos ha dado para nuestro bien? Si somos lo suficientemente maduros para comprender la gloria eterna que estas pruebas nos preparan para recibir, ¿cómo no podemos alegrarnos de ellas?
Es comprensible que no sintamos alegría al principio, pero esa es la razón por la que Santiago escribió "tengan sumo gozo". Esta es una mentalidad en la que decidimos confiar en Dios más que en nuestros sentimientos o en cualquier otra cosa del mundo creado. Tendremos esta mentalidad si obedecemos I Tesalonicenses 5:18: “Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús”. Como se nos dice en el Salmo 100, entramos por las puertas, o presencia del Señor, con acción de gracias. El Salmo 16:11 dice: "En tu presencia hay plenitud de gozo". La clave para permanecer en la presencia del Señor es dar gracias en todo.
Cuando me dio Covid-19, resolví estar agradecido por la prueba. Cuanto peor me sentía, más le agradecía a Él. Pasé tres días en los que me sentí peor que nunca antes a causa de cualquier gripe o enfermedad, pero al mismo tiempo esos fueron días llenos de tanto gozo debido a la presencia del Señor que sentí. Realmente pensé que toda la experiencia valió la pena completamente.
En mis días AC (antes de Cristo), probé muchas cosas para drogarme (sentirme elevado). Les puedo asegurar que no hay ningún sentimiento elevado o de ningún tipo como la “plenitud de gozo” que proviene de la presencia del Señor. Esto es para lo que fuimos hechos, y cualquier otra cosa es sólo un sustituto barato y superficial.
No estoy abogando por intentar tener Covid o traernos algún tipo de prueba. No creo que tengamos la sabiduría para hacer esto, pero aquellas que el Señor permite debemos abrazarlas y estar agradecidos. Como "el gozo del Señor es tu fuerza" (ver Nehemías 8:10), el gozo de Su presencia puede darnos la fuerza que necesitamos para salir victoriosos en cualquier prueba. Sin embargo, no necesitamos pruebas para caminar en Su gozo. Debemos caminar en éste en todas las cosas, y lo haremos si somos personas agradecidas.
© 2021 Rick Joyner. Reservados todos los derechos.
